Mi investigación se guía por los matices y tensiones entre antagonismos y similitudes reflexionando sobre los elementos comunes en lo intangible de la vida. Este camino atraviesa la construcción de las identidades contemporáneas y las memorias íntimas, la comprensión del «yo» y del «otro», pasa por los debates sobre el territorio, las fronteras, la pertenencia, la objetivación y encuentra su filón en las interrelaciones entre la vida humana, no humana. En este contexto, me interesan especialmente otras posibles narrativas que pueden surgir desde la perspectiva de la proximidad y el afecto. Actualmente estoy centrada en el bioarte y las experiencias de arte vivo, uniendo lo orgánico, el cuerpo sensorial y el mundo virtual y las tecnologías digitales.
Vengo de Brumadinho, MG, Brasil, una región que alberga paisajes montañosos increíblemente vivos y hermosos y también algunas de las mayores minas de exploración mineral del mundo. Hace 3 años mi ciudad fue devastada por uno de los mayores crímenes humanos y medioambientales de la contemporaneidad. Hubo 272 muertos, miles de familias y kilómetros de devastación de la flora y la fauna. En este contexto, mi herencia cultural y medioambiental define mi punto de vista, mis miedos, esperanzas y aporta el «afecto» como posición política.